MASCULINIDAD
"El significado de “Ser hombre” es diferente para cada persona, situación que se explica a partir del proceso de socialización al que todos los seres humanos estamos expuestos desde la más temprana edad, ya que no es lo mismo ser hombre en Europa que en América latina, o ser un hombre rural que vivir en un ámbito urbano, y más allá de esto, no es lo mismo vivir siendo un hombre heterosexual que un hombre homosexual. Este proceso puede llevar a no disfrutar de la sexualidad y no buscar el cuidado de la salud; además de perpetuar estereotipos."
La masculinidad es la construcción cultural de género que designa el rol de los varones en la sociedad.
Se entiende por masculinidad un conjunto de características asociadas al rol tradicional del varón. Algunos ejemplos de esas características son la fuerza, la valentía, la virilidad, el triunfo, la competición, la seguridad o el no mostrar afectividad. De manera que a lo largo de la historia, y todavía hoy día, los varones han sufrido una gran presión social para responder con comportamientos asociados a esos atributos..
Masculinidad hegemónica o machismo
La masculinidad es objeto de estudio del discurso filosófico, el discurso antropológico, el discurso sociológico y el discurso psicológico.
La masculinidad hegemónica o machismo está asociada directamente con el patriarcado como lógica de relación y de comprensión del mundo, donde el varón es el género predominante en la condición humana.
Dentro de los roles característicos que se les asigna a la masculinidad hegemónica se encuentran: virilidad, caballerosidad, superioridad, fortaleza, temple, competición, entre otros. Esto lleva a una división social del trabajo desigual donde el varón tiene un lugar en el mundo asociada a la fuerza de trabajo y la mujer al de la reproducción
Nuevas masculinidades
La búsqueda de nuevas masculinidades está asociada a la posibilidad de pensar un acompañamiento o una cooperación a los procesos de liberación de las mujeres. Estas nuevas masculinidades han establecido una brecha entre aquellos roles estereotipados históricamente y la posibilidad de establecer relaciones igualitarias entre varones, mujeres y otras identidades sexuales.
Para la masculinidad patriarcal los varones deben ser machistas o, en caso contrario, se trataría de varones afeminados, débiles, indefinidos, maricones o blandos, sin embargo, muchos de estos nuevos grupos de varones que rechazan la masculinidad patriarcal hegemónica, no proponen un movimiento que los vuelva pasivos frente a las mujeres o los demás varones, ni una feminización negativa del rol del varón en la sociedad, sino que lo que propician es una superación del machismo tradicional para que se los habilite a asumir actitudes emocionales que los conecten con la ternura y les permita vivir una sexualidad sensible y amorosa sin por eso dejar de ser masculinos.
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